Ingredientes
- Un litro de leche entera
- dos claras de huevo
- un palo de canela,
- la piel de un limón
- 50 gr. de azúcar.
Preparación:
Vierte la leche en un cazo y llévala a ebullición junto con la canela y la piel del limón.
Cuando rompa a hervir la leche, baja la intensidad del fuego. Vuelve a subir el fuego. Repite esta operación tres veces seguidas.
Deja la leche templar, añade el azúcar y reserva en el frigorífico.
Bate las dos claras de huevo a punto de nieve e incorpóraselas a la leche aromatizada y ya fría. Debes mezclar las claras con la leche con mucha delicadeza, con una cuchara de madera y realizando movimientos envolventes.
Introduce en el congelador durante 1 hora.
Transcurrida la hora, ya tendremos la leche merengada lista para consumir.
Para darle más aroma y mejor presencia, sirve la leche merengada en una copa de cristal para postres y espolvorea con canela molida. También puedes darle algo de color decorando con unas hojas de menta o hierbabuena.
La clara presencia de leche en este postre nos va a brindar con una importante cantidad de calcio, un mineral indispensable en la formación de huesos y dientes. La leche va a aportarnos también multitud de proteínas, hidratos de carbono y una cantidad variable de grasa, dependiendo de si es entera, semidesnatada o desnatada.
Aquellas personas que padezcan de diabetes deberán limitar, en la medida de lo posible, la adición de azúcar, ya que éste es una gran fuente de hidratos de carbono sencillos.
En cuanto a las claras de huevo, van a enriquecer el postre con proteínas de alto valor biológico, pues contienen todos los aminoácidos esenciales que puede sintetizar el organismo.
Por su parte, el limón y la canela conferirán a este postre un aroma y un sabor muy agradables.