Aprende a preparar esta salsa a la pimienta sin nata con nuestra receta, ideal para personas intolerantes a la lactosa pero que gustan disfrutar sus platos con esta cremosa salsa casera realmente exquisita, tan buena como la original.
Además, en nuestro recetario puedes encontrar otras recetas que prescinden de este ingrediente. como por ejemplo; este riquísimo risotto de setas sin nata o este quiche de calabacín sin nata
Ingredientes
- 2 cucharadas de pimienta en grano
- 1 cebolla
- 3 cucharadas de mantequilla
- 3 cucharadas de harina
- 150 ml. de caldo de carne
- Aceite de oliva virgen extra
¿Cómo preparar salsa a la pimienta sin nata?
- En primer lugar debes pelar la cebolla, y picarla muy finita. Vierte un fondito de aceite de oliva virgen extra en una sartén, y caliéntalo a fuego medio.
- Cuando esté bien caliente el aceite, incorpora la cebolla en la sartén, baja el fuego al mínimo y sofríela unos minutos hasta que esté transparente.
- Una vez que esté lista la cebolla, apártala y resérvala. Pon otra sartén al fuego con la mantequilla.
- Una vez la mantequilla esté derretida incorpora la harina y calienta ambos ingredientes a fuego bajo, sin dejar de remover en ningún momento.
- Deben mezclarse perfectamente, pero sin llegar a quemarse ni formarse grumos. Cuando veas que se ha formado una mezcla homogénea, añade el caldo de carne poco a poco, y mejor repartiéndolo en cuatro veces.
- Hazlo sin dejar de remover en ningún momento.
- Ahora puedes hacer dos cosas.
- Si quieres que tu salsa incorpore los trozos de cebolla, añádelos en este momento, y echa también la pimienta en grano.
- Deja que reduzca bastante la salsa, cociéndola a fuego lento durante unos minutos y removiendo de vez en cuando.
- Si prefieres que tu salsa sea completamente líquida y no se noten los trozos de cebolla, añádelos y pasa la salsa por la batidora eléctrica.
- A continuación vuelve a colocarla en la sartén, añade la pimienta en grano y deja que cueza unos minutos a fuego lento, removiendo de vez en cuando también, y hasta que reduzca lo suficiente.
- Y ya está lista esta riquísima salsa a la pimienta, buen provecho.