El mango es un fruto tropical, es carnoso y su pulpa es fibrosa de color amarillo intenso tirando a naranja. Entre sus propiedades podemos destacar su aporte en vitamina C, su efecto laxante, diurético y muy saciante.
Hoy día está presente en la alta cocina, a pesar de ser una fruta se utiliza principalmente para elaboración de platos salados. Su sabor es muy particular persistente en el paladar, exótico y dulce con fuerte aroma cuando esta maduro.
Nos ha gustado mucho su sabor y textura que combinado con la galleta crujiente hace de este postre todo un lujo.
Ingredientes:
Para la crema:
- 2 mangos maduros (aproximadamente 300 gr. de pulpa triturada)
- unas cucharadas de zumo de naranja para disolver la gelatina.
- 3 cucharadas de leche condensada
- 400ml de nata para montar
- 40 gr. de gelatina en hojas
Para la galleta crujiente:
- 200 gr. de azúcar
- 75 gr. de zumo de naranja
- Ralladura de una naranja
- 50 gr. de mantequilla
- 150 gr. de harina
Preparación:
Primero preparamos la galleta crujiente para que se vaya enfriando mientras preparamos la crema. Calentamos el horno a 220º. Mezclamos el zumo de naranja con el azúcar, le añadimos la naranja rallada y la mantequilla en pomada. Cuando ya tengamos todos estos ingredientes bien mezclados le incorporamos la harina en forma de lluvia y mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea. Cubrimos la bandeja del horno con papel vegetal y vamos depositando pequeñas porciones de masa. Metemos la bandeja en el horno y dejamos que se doren. (Una vez que tengamos la masa en el horno esta se expandirá por eso debemos dejar margen entre unas y otras). Si queremos darle forma debemos prodecer a ello aún caliente, manipulando con cuidado de no quemarnos. Dejamos enfriar y preparamos la crema.
Pelamos los mangos, los cortamos en trocitos y los depositamos en la batidora, añadimos la leche condensada y trituramos. Ponemos la gelatina a hidratar en un poco de agua. Montamos la nata y reservamos.
En un cazo calentamos el jugo de naranja. Escurrimos la gelatina que teníamos hidratándose y la disolvemos en el jugo de naranja. Una vez disuelta la incorporamos al mango. Mezclamos bien.
La mezcla anterior la vamos incorporando poco a poco a la nata con movimientos envolvente para que se unan bien los ingredientes y quede una mezcla esponjosa.
Llenamos la fuente o fuentes donde vayamos a servir la crema y decoramos con la galleta crujiente y algún fruto rojo para darle color.