Las frutas y verduras verdes contienen dos elementos importantísimos en nuestra dieta: la vitamina K y la clorofila. ¿Por qué son tan importantes? Acá te lo explicamos:
La vitamina K en los alimentos verdes ayuda con la visión, y con el mantenimiento de huesos y dientes fuertes. Algunos de los vegetales verdes amarillentos tienen loscarotenoides luteína y zeaxantina que ayudan a prevenir las cataratas y enfermedades de los ojos, así como la osteoporosis.
Estos alimentos tienen el sulforafano que ayuda a prevenir el cáncer. Son también buenos para el sistema circulatorio y son buena fuente de vitamina B y minerales.
La clorofila es el pigmento de color verde que presentan las plantas y algas el cual, de alguna forma, podemos decir que es cómo la “sangre de las plantas”. Además de aportar energía vital, contiene muchas propiedades realmente benéficas para la salud.
Aquí algunas de sus destacadas propiedades:
- Desintoxica y oxigena nuestras células de forma muy efectiva.
- Es una fuente extraordinaria y fácilmente digerible de vitaminas y minerales.
- Apoya en la circulación sanguínea, depura los intestinos, riñones e hígado.
- Ayuda a equilibrar nuestro metabolismo.
- Es un suplemento alimenticio que tiene una gran actividad desodorizante.
- Es un excelente antioxidante, ayuda a evitar el deterioro prematuro de las células, por lo que se le considera rejuvenecedor.
- Nutre y fortalece el sistema circulatorio.
- Nutre y fortalece los intestinos.
- Es antianémica, muy útil en casos de anorexia, para los niños que comen mal o poco y para aquellos que se sienten débiles.
- Buen complemento para quienes practican actividad física de alto rendimiento
- Disminuye de forma significativa el colesterol y los triglicéridos
- Ayuda a combatir y prevenir el estreñimiento.
Así que, cada vez que estés disfrutando una lechuga, una palta, un brócoli o cualquier fruta o verdura verde, cómela con ganas porque le hace bien a tu organismo.